Reseña de Rascayú, por José María de Montells







UNA NOVELA COLOSAL,
por José María de Montells



Si yo fuese director de cine no dudaría un segundo en encargar la adaptación de Rascayú, la novela de mi admirado Raúl Herrero, al cine. Porque se trata de una fábula con un ritmo cinematográfico renovado, apabullante y de una novela original, sorprendente, que refulge a las primeras de cambio como una gema en nuestras manos. Es, desde luego, una historia trepidante, repleta de hallazgos gramaticales y lingüísticos, lúgubres sensaciones y deducciones extrañas. 

Me la llevé a Castellón a comienzos del verano y me la leí de un tirón. Ahora con más calma la he vuelto a leer. Ya la recomendé, sin haberla leído, conociendo como conozco la obra de Herrero.
Raúl Herrero es un poeta hecho y derecho, un gran escritor y un editor de la raza de los imaginativos. Así que no me equivoqué lo más mínimo en invitarles a que la leyesen. Irónica, divertida, tétrica y eléctrica en ocasiones, es también una indagación muy lograda en los intríngulis del lenguaje, es más, Herrero se inventa un nuevo uso del lenguaje, pletórico de metáforas inquietantes. Estamos ante una novela negra colosal, única, importante, que ya necesitaba la literatura española tan pródiga en historias previsibles y aburridas. En la historia que ha fabulado mi amigo Raúl Herrero hay vampiros, licántropos de toda condición, desequilibrados, dráculas y otros excéntricos similares, personajes esperpénticos todos ellos, que conforman el marco propicio para que el sargento de la Guardia Civil que protagoniza la trama, investigue una serie de crímenes inexplicables. Es una novela de la otra realidad, esa que se sueña y luego se olvida, pero permanece en nuestra retina como si la hubiéramos vivido. Una novela mágica y estrambótica, delirante si se quiere, que aúna tradición y modernidad. De la apoteósica lectura de esta obra magnífica, extraigo algunas conclusiones:
1º Raúl Herero ha escrito una novela inaugural, epifánica y lírica que llena un hueco clamoroso en el actual panorama literario. Es su poderosa imaginación la que le ha dictado la obra y eso se nota desde la primera frase a la última.
Rascayú marca el camino de una renovación necesaria en la agónica narrativa española. Por esa senda inexplorada, una vez que Cunqueiro y Torrente Ballester muriesen, nos debemos adentrar de la mano de Herrero, el poeta que usa el canotier como seña personal e intransferible. 
3º Para mí tengo que se trata de una obra de ficción inclasificable e ineludible de dimensiones estratosféricas que debe ser conocida por una mayoría de lectores.
4º A estas alturas Rascayú se me antoja la mejor novela española que he leído en años.
Si a todo esto le unimos que mi ejemplar está dedicado de puño y letra por el autor y lleva un dibujo de su hijo Hermes, un gran pintor como la copa de un pino, se comprenderá mi entusiasmo. Yo, desde luego, vuelvo a recomendar su lectura. Es una novela que debe consultarse como si del Espasa se tratase. ¡¡¡¡¡Laus Deo !!!!!!!


Reseña de Rascayú publicada por José María de Montells en su Facebook el 28 de agosto de 2019.
Sirva la incorporación de este texto al blog como muestra y admiración por José María de Montells (1949-2019) en la primera semana de su ocultación.

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