Antología poética XXI: Raúl Herrero: Los trenes salvajes
Portada de Los trenes salvajes de Raúl Herrero |
Antología poética -en línea- de Raúl Herrero, XXI
En noviembre del año 2009 publiqué Los trenes salvajes, mi último poemario hasta la
fecha. En febrero del año 2011 se realizó una segunda edición (978-84-92759-23-1)
ampliada, revisada y con dos epílogos firmados por José María de Montells y
Enrique Villagrasa procedentes de reseñas que tenían como tema el poemario. El libro incluye
dibujos de Isabel Fernández Echeverria y un texto a modo de prólogo de Antonio Fernández
Molina escrito en el año 2003 y destinado al catálogo de una exposición que
realicé en el año citado en el Hotel El Convent (Teruel).
Sobre
este poemario escribió José María de Montells:
Estamos ante un grandioso libro de poesía, propio sólo de alguien que ha sido favorecido por los dioses. Yo tenía a Raúl Herrero por un poeta hecho y derecho, un poeta mayúsculo, el más completo y excepcional entre los jóvenes. Con este libro, ya puedo decir que es un poeta superlativo, un poeta poetérrimo. En sus 140 páginas, hay de todo lo que uno busca en la poesía: sorpresa, originalidad, emoción, humor, clasicismo, vanguardia también y frescura a raudales. Es la poesía de un coloso que se ha levantado de la siesta, se ha desperezado lentamente y se ha puesto a escuchar el laúd, con el oído atento, decidido a apurar todo lo que la vida nos brinda.
Enrique
Villagrasa recomendó Los trenes salvajes en la revista Qué leer! y lo mencionó
como el más destacado de los publicados, en ese momento, en el número especial de la
Feria del libro del año 2010. En su reseña, incluída en el epílogo de la
segunda edición, Villagrasa menciona lo siguiente:
Un pluscuamperfecto y sorprendente poemario que, aun no necesitado de delantales ni capas, se rodea de todos ellos como claro homenaje a esos mismos escritores que le acompañan y ellos responden con la alegría del amigo, ante el último hombre del Renacimiento, porque «entonces dormía donde mueren los trenes salvajes». (…)Y, si la poética del autor que nos ocupa, de los salvajes trenes sobre los campos arados o no de la literatura, apuesta por lo del sujeto como lo del predicado, o dicho con ecos cabalísticos: lo de arriba como lo de abajo, hay que creer con él y en él, en y con su poesía, porque ésta aprehende de la vida y de sus enseñanzas. Poeta de amplio bagaje cultural, manifestado en tantos y tantos libros como ha leído y los que le quedan por leer junto «al río de corriente sonora / para merendar la letra impresa escrita».
El lenguaje y la imaginería de Raúl Herrero son las vías por las que discurre ese viaje alucinante que ha arrancado en la cumbre de Zhong Nan y que lleva, arrastra, al lector al corazón del absurdo que domina el mundo haciéndole ver a través de las ventanillas los rostros de los mitos industriales -Frank Sinatra, Ivonne de Carlo, Lily Monster, Christina Ricci, Charlot, Thelonious Monk, Paul McCartney- y escenas de películas turbadoras hasta entrar en el oscuro territorio de los monstruos cotidianos que devoran los arquetipos de su especie -Jack the ripper, Nosferatu. (…) Con ironía, humor -blanco y negro- y una rica imaginería, Raúl Herrero consigue que Los trenes salvajes dejen temblando el realismo y a los realistas y que la realidad de la poesía quede expuesta a los mil registros de la imaginación.
De Los trenes salvajes he seleccionado un fragmento que los lectores que se han puesto en contacto conmigo, así como todos los
reseñadores del libro, han destacado:
Diario
de Nosferatu
(Suite)
Para
Iván Humanes, que sospecho se deleitará con tales viandas
Preludio
El
rostro parece amasado con escayola
o
acicalado con talco.
Nosferatu
hunde los colmillos
en el
blanco busto de la paloma:
dos
sílabas o golpes de sangre
resbalan
por las alas
y se
derraman en tierra.
En la
mansión revolotea humo
que,
una vez en el firmamento,
se
convierte en otra ave.
Nosferatu,
que es cabalista,
yergue
la mirada para fulminar
al
pájaro con su cautivo reflejo.
I
Duermo
en la bañera lechosa
que
rebosa sangre cuajada.
A
veces, me desvisto
en la
nocturnidad,
me
lanzo a través del espejo,
que
me expele transformado en
gárgola,
en éter, en la forma
de
ninguna forma.
II
Al
escudriñar mi sombra
en el
agua estancada,
mi
rostro enmudece
y
paso ciego varios días
tras
mi identidad perdida.
III
El
castillo amanece a diario
con
nuevas grietas en la piel.
El
viento recorre las profundas galerías
como
una incorpórea serpiente interminable.
Entonces
me envuelvo en un sudario,
me
arrincono con la cabeza hundida
entre
las rodillas, tirito de frío.
IV
La
muerte imposible
me
duerme lentamente
con
la punzada del aguijón.
Busco
la muerte
entre
las bestias, los cazadores, los extraños.
La
eternidad me acosa
con
su caballo furibundo y muerto.
Apenas
me sobrevive
mi
espectro cambiante:
dueño
de mis vestidos,
fantasma
de mi carne,
testa
con tez de terrera.
V
Mi
alma rebosa sarcófagos,
mi
alma disecada,
mis
genitales de caballo persa tiznados,
mis
dientes ahora de confitura,
mis
pies hoy de estiércol,
mis
ojos…
Prefiero
la renuncia,
que
los insectos se alimenten de mi cuerpo…
VI
Los
picotazos en la cabeza
se
tornan insoportables,
me
someto a incisiones profundas
en
los brazos o en los muslos.
La
tensión desaparece gradualmente,
acompañada
por el lentísimo fluir
de
unas larvas encarnadas que, como la sangre,
se
deslizan dentro de las heridas.
VII
Los
días se amontonan uno sobre otro
con
el perfume de adormidera
de
los fardos míseros.
Y me
mantengo viejo.
Decrépito,
aunque azulado.
Por
las noches enciendo el fuego blanco;
en
los espejos
contemplo
la ruina
que
me apresa como si le perteneciera.
VIII
Arrodillado
en la orilla
me
asomo al interior del agua,
en la
corriente mi residencia.
Con
ojos invisibles descubro
que
mi cabeza, arrastrada por el río,
se
dirige a la mar.
Con
esta entrada finalizo esta Antología de poesía en línea, al menos hasta que publique algún nuevo poemario, o me decida a incluir algún inédito, o algún poema
publicado en revistas o en otro medio. A día de hoy (febrero de 2013)
se encuentra en prensa mi libro de poemas Te mataré mientras vivas y otros poemas
(Corona de espinas) en Quadrivium editorial, con prólogo de Almudena Vidorreta.
Nota
de Jesús H. Angulo (Administrador de este blog).
A
partir de la próxima semana en este lugar publicaremos, otros
textos de Raúl Herrero, o relacionados con su trabajo. Todavía desconocemos si nos decantaremos por una selección de otros géneros, o algún inédito, o artículos aparecidos en algún medio… La próxima semana desvelaremos…
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