Amador Palacios escribe sobre Libros del Innombrable y su director Raúl Herrero



El miércoles 9 de diciembre de 2020 se publicó en El semanal de la Mancha un artículo de Amador Palacios sobre la editorial Libros del Innombrable, dos de sus novedades: Familia (de memoria), de Fernando Arrabal y Camino de Sardes (Logos bifronte), de Clara Janés. Al comienzo del artículo dedicó varios párrafos a glosar la relación del editor y poeta Raúl Herrero con La Mancha. De los párrafos extraemos el siguiente fragmento:



Su editor es el zaragozano Raúl Herrero, nacido en 1973 y que, además, poeta, escribe y pinta. Él declara que, por este orden, lo que más le llena es leer, escribir y editar.
Es un enamorado de Alcázar de San Juan. Más que un enamorado es un devoto de la ciudad. La visitó por primera vez en compañía del alcazareño Antonio Fernández Molina para presentar el primer volumen de su Poesía Completa, allá por el último toque de campana del siglo XX. Me confiesa que entonces ya sintió un ambiente de familiaridad inquietante al principio y que, más tarde, se tornó en reconfortante. Considera a Alcázar el lugar del mundo donde mejor se respiran los efluvios de Don Quijote y de todo lo que supo plasmar tras esa coraza de personaje Cervantes […] ¿Convierte esta circunstancia a Alcázar de San Juan en uno de esos lugares telúricos, sagrados y capitales para el mundo? Él piensa que muy probablemente. […]
En este lugar, matiza Herrero, «han nacido poetas, artistas, magos y estudiosos que por su cuenta y riesgo han analizado la obra de Cervantes, sin atenerse a academicismos ni zarandajas, tal es el caso de Ángel Ligero, que llevó a cabo una obra delirante y propia del genio de la locura esencial». Se sincera diciendo que el mayor galardón al que aspira es ser nombrado hijo predilecto de la localidad, lo que le llevaría de rondón a la inmortalidad. Cuando tiene oportunidad de visitarla le gusta pasear por sus calles, pertrecharse en sus pastelerías y bollerías, tomar platos que aparecen citados en el Quijote, devorar mañana y tarde su famosa «bizcochá» y meditar unos momentos en su parque, donde Antonio Fernández Molina de niño tomó de una fuente racimos de peces. Alcázar de San Juan aparece mencionada en su obra de teatro Cervantes de perfil y en algunos de sus poemas.

 

Si desea leer el artículo completo puede dirigirse al siguiente enlace:

https://elsemanaldelamancha.com/art/36183/mano-amante-de-alcazar-de-san-juan


Si desea saber más sobre Camino de Sardes:

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