Antología poética XI: Raúl Herrero: Las "Mininas" de "Velásquez"

Reflexión pictórica de Salvador Dalí sobre "Las Meninas" de Velázquez, 1960


Antología poética -en línea- de Raúl Herrero, XI





Este poemario recibió un Accésit del premio Literatura Joven otorgado por el Gobierno de Aragón en 1998. Por tanto se incluyó en el volumen
Literatura Joven 1998. Los poemas se redactaron en 1996. Evidente homenaje a Velázquez y a su cuadro «Las Meninas». Se trata de un poemario donde el lenguaje posee un protagonismo manifiesto. Compartí el accésit, también el volumen, con la poeta Alicia Silvestre, entre otros autores seleccionados. Los ganadores del primer y segundo premio fueron sendos relatos de autores de los que no he vuelto a tener noticia. Los poemas reflexionan sobre el lienzo de Velázquez y los personajes que lo integran, así como las elucubraciones y pensamientos que diversos críticos y artistas, como Picasso o Salvador Dalí, han realizado sobre el lienzo. He incluido el primer poema y el último del libro para que se evidencia, de manera somera, la desintegración del lenguaje que protagoniza el poemario.



Lienzo

La mirada tiene de
una estatua de podre.
Los dedos se le doblan
como lengua de pinceles.
En el reverso del lienzo
de carne
se disuelven «Las Meninas
de Velázquez» o
el retrato de los reyes de España,
o el misterio numérico
de las pirámidas de Egipto,
o la firma en blanco
del pintor,
o las trescientas lanzas
de madera pegadas al cuadro,
o los cuerpos inquietos
de moscas curiosas,
o la intromisión esférica
de una laguna negra.


La quietud

Se hizo de la capa la noche
y del sayo la quietud
de la palabra muda.
Junto al marco del espejo
disponen los ropajes ridículos,
el rostro reina en el mundo oval,
los secos páramos
en la acostada cuesta.
Una estrella tiembla,
cruza ante los tres siglos
pasados con Isósceles.
Las manos rompieron a gritar
y la pálida suavidad
acostó en el regazo
los pechos de matronas.
Se hizo de la noche la capa
y de la quietud el sayo
de la muda palabra.
Junto al espejo del marco
los ridículos ropajes disponen,
en el rostro oval el mundo reina,
los acostados secos
en páramos cuesta.
Con Isósceles cruza,
tiembla ante los tres pasados
siglos una estrella.
La pálida acostó a rompieron
las manos regazo
en matronas el
los pechos suavidad de.


ADN

nada anda naad
dana anad daan
adan 1234 lada
2nad 3naa 4nad
nadar radan andar
nadara randa andara
radana ranar ranura
ranear anrana andama
manam nanan nam
na am ma
man an na
ad adn adna
amar namar nadar
naad anda nada



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