Antología poética X: Raúl Herrero: (La voz de su amo)





Antología poética -en línea- de Raúl Herrero, X

En 1998 publiqué el libro-objeto (La voz de su amo) con una tirada límitada a 350 ejemplares númerados. Lo señalo entre paréntesis ya que el verdadero título era un dibujo proveniente de una pintura francesa rupestre, que no puede reproducir, yque representaba, según los expertos, la figura de un cazador y que guardaba, por esas cosas de lo inesperado, muchas similitudes con la letra h de mi firma. Este curioso libro incluía a modo de apéndice el llamado Manifiesto del Arte Absoluto, cuya primera edición no venal, se publicó como plaquette en el año 1996. La edición original incluía dibujos de Fernando Arrabal, J. Leyva, A. Fernández-Molina, Ana Torres, Silbia B. Ayats, Irina Vladimirovna y Alejandra Pizarnik. Además de un prefacio del poeta islandés Jóhann Hjálmarsson, traducido por José Antonio Fernández Romero. Entre otras rarezas contiene poemas visuales y un guión de cine… Con guardas doradas y un formato cuadrado, desde el principio del libro quedaba claro que se trataba de un objeto artístico y no de un simple poemario. Una de las peculiaridades de los textos era la fecha exacta de escritura, pueseto que la mayoría surgieron de un solo golpe de inspiración, para bien o para mal. Con este título se cierra mi primera etapa a la que no sabría calificar. Pero la antología que publiqué en el año 2000 resumía esta etapa y entreabría nuevos horizontes tras una Epifanía crepuscular y atómica.
(La voz de su amo) comenzaba con una peculiar poética, que terminó de fijar el corrector automático, desde mi punto de vista, con gran acierto.

Poética

liebe liebe liebe nieve nieve vibráfono ludoteca und der dritte underwear under derun zum des liebe un der mostrenco and der zumo de frutas con lapiceros de colores and de reflexión el blanco cuello enhiesto honesto en the world and petit enfant and petit cochon les pierrots y  sus cuchillos de procelana porcelana puerca lana tuerca lana terca lama yama o la dama de los lagos inquietos en el murmullo érase una flor en un año inconstante del lenguaje la lengua muerta la lengua muerta de la dudosa luz del día pisado et colligo de cortina tant´amáre tant´amáre y el samaritano disfrazado de hebreo y la tumbona como un dios sefardí que hablara por boca de Mahoma dichoso el árbol porque ése o aquel fr fr ciento lento ooooohhhh ilustración moral libertad mon man misceláneo o foráneo en la lengua de trapo desde las montañas montacargas de Etíopia utopía para merluzas en el desván el amor y la poseía de la revolución ay ay qué risa me da qué horror qué asco le huelen los pantalones a podrido tres camas para tres bocas venid venid a que os mate centrales transeúntes os maté ayer por la tarde me esperabais vivos y muertos bajo un arrabal de nieve liebre de platos cercenados lieve dieve leve Plínio plomo en la cerradura piedra de loro cura extraída y sólo con tres pesetas diarias me sostengo y me sustento le y va abismal cordero anda vete ala a la cocina Alá a ver zer en los inconstantes pasos


19–noviembre–1997




El primero de los textos seleccionados del libro es un homenaje a los hermanos Marx. Y lo sabemos sobre todo por el capitán Spaulding, personaje que interpreta Groucho Marx en el segundo film de los famosos hermanos: Animal Crackers de 1930.


El capitán Spaulding entra completamente desnudo en la habitación donde se consuma un joven matrimonio mientras un sacerdote defeca sobre la imagen semi-divina de un puerco disfrazado del Rey Sol

Toda la noche el viento ha abrasado tu esplendor.
El calor de tu fuente unge
mi cráneo plateado y cubierto por atracciones de feria.
Has dormido sobre mil vientres, has abierto el baúl
que encerraba la revelación de morir el momento.
Los leones de tu espalda
me han comido, digerido y vomitado.
Eres casi transparente bajo el pequeño sol de la guerra.
Las venas me salen del cuerpo;
en tu boca inyectan mi sangre;
me elevo mientras la bebes.
Los dioses hastiados nos envían
lluvia de hormigas blancas y límpidas.
Cambiaría mi cama por ti,
me vestiría con carne putrefacta de buey.
Cuando los años eran leves hubiera soportado
los golpes que conducen al exilio;
pero hoy la fatiga desmenuza mis costillas
y consume mis huesos.
En mi mente se deshace la materia
aniquilada por el océano del temblor.
Me arponean, cuentan mis agujeros.
Las arañas juegan a reventar imágenes
sobre la cálida isla de la colmena.
Los objetos estáticos cambian de lugar,
el faro escarba, escarba-escarba-escarba.
Tienes el arma,
dispárame hasta que tus heces
me cubran desde los pies hasta los oídos.
El trapecio se contonea sobre la cuerda
magnética, todos los eclipses transcurren
en el centro de tu núcleo.
Giran las caídas, habitas fuera del mundo,
chocolate agitado por carta,
gatos vestidos de buzo,
paredes que vuelan dinamitadas.
Tengo la mente borrada para ti.

8 al 10 de septiembre de 1997

Incluí una serie de poemas en prosa o de microrelatos, no sé cómo los calificarían los expertos, bajo el título de Recuerdos. Se los dediqué a Fernando Arrabal. La influencia de los libros de Arrabal La piedra de la locura y El entierro de la sardina son evidentes.

Recuerdos
Para Fernando Arrabal

Ella a veces se desnuda o se quita la ropa. Ella unas veces se desnuda y otras se quita la ropa. Ella, en ciertos momentos, se desnuda para luego quitarse la ropa. Ella se desnuda por la mañana y por la noche se quita la ropa. Ella primero se desnuda y después se quita la ropa. Ella se desnuda y se quita la ropa al tiempo. Ella tan pronto se desnuda como se quita la ropa. Ella simula que se desnuda pero, en verdad, se está quitando la ropa. Ella se desnuda casi todas las semanas y, en cambio, se quita la ropa en contadas ocasiones. Ella a veces acierta a desnudarse y siempre a quitarse la ropa. Ella, desnuda, se quita la ropa.

***

Una vez al mes me clavo un puñal en el bajo vientre con la placentera y firme intención de menstruar.

***

Tengo en la mente un mundo que descubro al cerrar los ojos. En él circulan gentes de aspecto estrafalario que bailan, gritan y canturrean mis canciones predilectas. De pronto desaparecen sus cuerpos, pero permanecen sus cabezas gigantes con las que realizan mil muecas. También veo colores, animales extraordinarios, o paisajes con una insólita situación climática. En momentos íntimos, cuando la noche se rasga la vulva para ocultarse, me descubro acariciando y besando a una mujer.

***

En la mesa contigua un grupo de personas mantiene una acalorada disputa. Sus caras son graves y sus voces agudas. Primero hablan en francés, luego en alemán y, después, en noruego. Las escucho con atención. Descubro que cada tres minutos se expresan en un idioma diferente. Me levanto indignado, varias veces clavo mi tenedor en sus gargantas. ¿Qué otra cosa hubiera podido hacer?

***

Mis manos desaparecen cuando entran en contacto con el aire.

***

La mujer salvaje, con el cuerpo cubierto por plantas y restos de sangre, corre desnuda tras un antílope. Cruza ríos, atraviesa montañas, recorre el bosque, de parte a parte, esquivando árboles, bestias, hombres. Finalmente da alcance a su presa, le muerde el cuello, le abre el vientre, le come las entrañas. Saborea un corazón atravesado por espinas, mientras clava su mirada en un horizonte de mil lunas.

***

Duermo plácidamente. Una sombra abre con cautela la puerta de mi cuarto. Se sitúa al borde de mi cama. La sombra levanta el brazo derecho con una mano amenazadora que termina en un cuchillo. Despierto atado por el miedo. Permanezco consciente e inmóvil, me mata. Vuelvo a dormirme.

***
Ella se transforma en un violín que menstrúa cada vez que pulso una de sus cuerdas.

***
Habito durante nueve meses en el interior de una bombilla. Mis ojos, como filamentos, alumbran un gran salón blanco. Cuando duermo la luz se apaga.

***

Un hombre se ahoga en alta mar. Con balbuceos y profundos sorbos de sal pide auxilio. Inmediatamente de la costa parten embarcaciones repletas con gentes de toda edad y condición. Desde una distancia prudente los héroes golpean al ahogado en la cabeza con los remos. Un óvalo escarlata flota sobre la marea. Cuando el cuerpo queda inerte, los rescatadores vuelven a la playa entre evidentes muestras de júbilo.

***

Un enano en camiseta se introduce en unos grandes almacenes. Al llegar al departamento de juguetería se desabrocha la bragueta, muestra su pene. Se circuncida una vez tras otra hasta desfallecer.

***

Entra un niño en una iglesia. Realiza una genuflexión frente al Altar. Con suma precaución extrae una llave de su bolsillo del pantalón. Abre el Sagrario. Extrae el Santo Cáliz, lo coloca en el suelo y orina en el interior. Devuelve el objeto sacro a su lugar con delicadeza. Se confiesa, se santigua con Agua Bendita, parte del templo con el miembro erecto.

***

Un nazareno me persigue por toda la ciudad. Intenta pisarme.

***

A ciertos hombres les crecen alas en los costados. Vuelan, mantienen alzadas las barbillas con vehemencia. Desde mi terraza les disparo.

***

Me caso con una mujer embarazada de tres meses y con la que nunca he mantenido relaciones sexuales. Cuando el niño nace resulta ser yo mismo. Me suicido y el niño-yo finge ser el marido de mi esposa.

***

Un hombre se mira en el espejo y encuentra a otra persona. Enfurecido el hombre rompe el cristal de un puñetazo. Al momento ambos se volatilizan.

***
Ciertos días contengo la respiración por el placer puro de morir.

***

Quemamos el cementerio. Cuando lo abandonan los atemorizados difuntos les preguntamos sus nombres.

***
Tras pasar una plácida tarde sentado en un sofá me acuesto temprano. Duermo ocho horas, me levanto en visible estado de embriaguez. Sorprendido me asomo a la ventana. Todavía la noche. Decido salir a la calle. Desde el portal descubro que ya ha amanecido y que vuelvo a estar sereno. Pongo un pie en el bordillo, miro a mi alrededor, me rodea una multitud de borrachos con narices de payaso.

***

Intento peinarme frente al espejo. Mi cabeza se ha marchado con todo mi dinero.

20 de agosto al 7 de septiembre de 1997


Siempre me pareció algo ridículo el verso de "el poeta en la calle"… y también su significado. De ahí proviene este poema.

El poeta con pantalones

El poeta en la calle hace el ridículo.
Las monjas le señalan y se ríen a carcajadas.
Los burócratas le roban la ropa,
lo dejan desnudo, en hora punta,
en mitad de una avenida.
Los perros le muerden el cuello.
El poeta se peina con mimo,
se viste con optimismo,
caza unas moscas,
se calza los zapatos,
sale a la calle y… todos le disparan.
Corre de esquina a esquina
esquivando balas y flechas.
Aunque el poeta se transforma en escarabajo
los niños le reconocen.
Los sacerdotes le escupen a la cara
y se carcajean hasta que les rinde el sueño.
Cuando el poeta entra en las tiendas
le hacen pasar por un embudo
y después lo expulsan a empujones.
En la universidad los primates le temen,
pero se acercan con precaución
armados con quijadas y
disfrazados de poetas
para golpearle en las sienes.
Al poeta sólo le permiten entrar en el cine,
pero la entrada le cuesta el doble que al resto.
El poeta camina entre la gente evitando
las minas que ponen a su paso.
Si el poeta no fuera tan obstinado,
y se dejara vestir de primera comunión,
mejor le iría en la vida…

8–septiembre–1997

Además de una breve pieza de teatro, poemas de homenaje al futurismo y al ultraísmo, también se incluía un guión cinematográfico –de cine mudo- inspirado por los que redactaron en el momento, de filiación vanguardista, algunos literatos como Federico García Lorca o Ramón Gómez de la Serna.


Los cachivaches
(Guión cinematográfico mudo y en blanco y negro.)

1
Puerta entreabierta.

2
Se abre la puerta. Aparece un hombre alto y delgado con un cucurucho de papel en la cabeza.

3
Plano de una habitación llena de juguetes que, aparentemente, pertenece a un niño.

4
Cuna vacía.

5
Sobre la cuna se superpone la imagen de una araña gigante.

6
El hombre delgado y alto baila con gestos extraños en el centro de la habitación.

7
Una ventana.

8
Por la ventana entra una mujer desnuda con una calabaza bajo el brazo.

9
El hombre delgado y alto aplaude mientras se muerde los labios con evidente sadismo.

10
La mujer entrega al hombre la calabaza.

11
Sobre la calabaza se funde la imagen de una cabeza infantil.

12
Sobre la cabeza infantil se funde la imagen de un pecho de mujer.

13
Un niño amamantado por un pecho.

14
El plano se abre. El pecho pertenece a un hombre sentado en una mecedora, de unos cuarenta años, muy serio, en bata y con redecilla en la cabeza. La escena transcurre en la habitación infantil.

15
El niño llora.

16
El hombre se levanta furioso y lanza al niño por la ventana.

17
Vuelve a entrar la mujer desnuda por la ventana.

18
El hombre serio se dirige a un armario.

19
La mujer se sienta en el suelo con las piernas abiertas.

20
El hombre serio saca un látigo del armario.

21
Entra por la ventana, con esfuerzo, el hombre delgado y alto.

22
El hombre serio golpea con el látigo a la mujer entre las piernas.

23
La mujer ríe y aplaude emocionada mientras orina.

24
El hombre alto y delgado se dirige a la cuna.

25
La imagen del hombre serio, que golpea a la mujer, se superpone a la de las manos del hombre delgado y alto que saca a un niño de la cuna.

26
La mujer ríe, aplaude y llora.

27
Uno de los cuadros de la habitación reproduce la escena.

28
El cuadro se funde con la realidad.

29
El hombre delgado y alto muestra el niño al hombre serio.

30
El hombre serio deja de golpear a la mujer.

31
La mujer se levanta ofendida y se dirige hacia el hombre serio.

32
El hombre serio realiza carantoñas al bebé.

33
La mujer empuja al hombre serio. Ambos discuten mientras el hombre delgado y alto deja al niño en el suelo y baila sobre él.

34
Un fuerte viento abre la puerta de la habitación.

35
Los tres personajes salen.

36
Vista aérea de los tres personajes en mitad de un desierto de nieve.

37
A la vista anterior se superpone la imagen de un avispero, y a la del avispero un sombrero, y a la del sombrero un costurero, y a la del costurero un cenicero.

38
Los tres personajes caminan por la estepa.

39
Un cuarto personaje borracho y elegantemente vestido.

40
El borracho pasa junto al grupo. La mujer lo reconoce y se lanza a sus brazos.

41
El borracho indica a la mujer que guarde silencio.

42
Ella le habla, pero él parece no escuchar. Hace gestos para que le sigan todos.

43
Vista aérea de los cuatro personajes en mitad de un campo de nieve.

44
Paisaje invernal con el sol y la luna superpuestos.

45
Una cabaña en ruinas.

46
Los tres personajes, guiados por el borracho, se dirigen a la cabaña.

47
El borracho abre la puerta, invita a pasar a los demás, sonríe, le faltan casi todos los dientes.

48
Se funden los dientes con vistas de maquinaria pesada.

49
El interior de la cabaña es una clase con treinta niños y un profesor que parece indicarles algo pues señala con un puntero una pizarra limpia.

50
El borracho cierra la puerta tras los tres personajes.

51
El hombre delgado y alto se ríe mientras se revuelca por el suelo.

52
El borracho, muy ofendido, patea al hombre delgado y alto.

53
El hombre serio introduce su mano derecha en el bolsillo.

54
La mujer se lo intenta impedir, pero él se resiste.

55
Ambos forcejean.

56
El profesor pide explicaciones a los recién llegados desde su puesto.

57
Los niños, que hasta el momento habían permanecido de espaldas, se giran para ver que ocurre. Sus cabezas son de jabalí.

58
El hombre serio extrae un revólver del bolsillo y dispara al profesor.

59
Al profesor le alcanzan todas las balas pero parece no importarle. Prosigue en su lugar exigiendo explicaciones.

60
El borracho ha transformado al hombre serio y delgado en un pedazo de carne amorfa. Ahora lo golpea con un bastón muy grueso.

61
El hombre serio se queda sin balas. Tira el revólver al suelo.

62
El profesor se acerca al hombre serio con una regla en la mano.

63
Sin atender las suplicas de la mujer el profesor toma por la oreja al hombre serio.

64
El profesor obliga al hombre serio a arrodillarse frente al encerado.

65
El borracho manosea a la mujer.

66
Plano de un hígado enfermo de cirrosis superpuesto a la imagen del hombre serio y delgado que camina sonriente por la estepa.

67
El profesor se va a sentar en su silla pero pierde el equilibrio y cae al suelo.

68
Los niños con cabeza de jabalí ríen.

69
El profesor se levanta enfurecido.

70
La Santísima Virgen, provista de una gigantesca barba, entra por la puerta.

71
El borracho, que comenzaba a violar a la mujer, se aparta de su víctima y se arrodilla ante la aparición.

72
El profesor se acerca a la Virgen y la abofetea.

73
El hombre serio se gira tímidamente, gesto de asombro.

74
El profesor continúa abofeteando a la Virgen.

75
La mujer, herida, sale a trompicones de la habitación.

76
El hombre serio separa al profesor de la Virgen.

77
La Virgen se transfigura en San Antón.

78
El profesor intenta golpear de nuevo a la Virgen.

79
El hombre serio aparta bruscamente a la Virgen de la puerta y sale.

80
El borracho reza y llora con auténtica devoción.

81
Vista aérea de la mujer y el hombre serio andando por la nieve.

82
Rostro del profesor con un reloj en la frente.

83
Los niños–jabalí se abalanzan sobre San Antón para comérselo.

84
Paisaje invernal con el sol y la luna superpuestos.

85
Rótulo de FIN


2–diciembre–1997

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