Versión del Cantar XIII, de Ezra Pound, por Raúl Herrero




No puede denominarse traducción a este juego en el que he cambiado, añadido, suprimido y alterado significados. Por tanto, debe tratarse este pasaje como una versión libre que mancha sus manos en el texto citado en el título.


Kung vagaba
             por el templo monárquico
y se filtró por el bosque de los cedros,
            y resurgió en la parte baja del río.
Con él vagaba Khieu, Tchi
            y Tian, el de lengua queda.
Dijo Kung: «Nosotros somos desconocidos,
¿os dedicáis a correr en carros de guerra
(cual mandriles de centeno)?
            Si es así es así y así os percibirán,
¿O quizás a mí me corresponde correr en carros de guerra o tirar con arco?
¿O me corresponde la oratoria orando ante suplicantes?».
Y Tseu-lou dijo: «Yo pondría en orden la defensa».
Y Khieu dijo: «Si yo fuese soberano de una provincia
la dispondría de acuerdo con la ley y el orden».
Y Techi dijo: «Yo preferiría un pequeño templo en la montaña,
y observaría con tino y espino el orden correcto y recto del ceremonial,
            el festejo oportuno del ritual».
Y dijo Tian, con sus dedos en el laúd
Consintiendo que los sonidos bajos continuaran
tras replegar su mano de las cuerdas…
Y el sonido escaló como humo, bajo la hojarasca,
Y Tian miró el sonido:
            «La antigua poza donde nadan
los garzones y brincan desde el trampolín.
O se recuestan entre los matorrales manoseándose la mandolina confuciana».
            Y Kung sonrió por igual a todos.
Y Thseng-sie quiso saber:
            «¿Cuál ha respondido acertadamente?».
Y Kung dijo:  «Todos respondieron acertadamente,
Es decir, cada uno según su naturaleza».
Y Kung levantó su cayado contra Yuan Jang
            siendo Yuan Jang su vástago mayor.
Porque Yuan Jang, sentado al costado del camino, aseguraba que
                       sabiduría gozaba.
Y dijo Kung:
            «Viejo imbécil, abandona las cencerradas.
Elévate y haz algo bueno».
            Y Kung dijo:
«Venerad las capacidades del niño
Desde el momento en que nace el aire inmaculado,
pero el hombre cincuentón que nada sabe
            No merece honra».
Y «Cuando el príncipe ha reunido en su entorno
A sabios y artistas, sus riquezas estarán bien
            manejadas».
Y Kung dijo y escribió en las hojas de boj, la chumbera sacra:
            «Si un a hombre le falta orden en su interior
No diseminará el orden en su entorno;
Y si a un hombre le falta orden en su interior
Su familia no procederá con el orden conveniente;
            Y si al príncipe le falta orden en su interior
No podrá tenerlo en sus esferas».
Y Kung cedió las palabras «orden»
y «respeto fraterno»
Y calló de «la vida después de la muerte».
Y dijo:
            «Cualquiera comete excesos»,
Sencillo, lanzarse más allá del blanco,
Arduo, permanecer firme en el justo medio».

Y dijeron ellos: «Si un hombre asesina
            ¿Debe resguardarle y darle amparo su padre?».
Y Kung dijo:
            «Debe darle amparo».

Y Kung otorgó su hija a Kong-Tch’ang
            Aunque Kong-Tch’ang desayunaba en la cárcel.
Y otorgó su sobrina a Nan-Young
Aunque Nan-Young no era funcionario y no funcionaba a diario.
Y Kung dijo «Wang administró con moderación,
            En su tiempo el Estado se dirigía siguiendo el bien,
Y recuerdo
El día en que los historiadores dejaron lagunas de sombra en sus episodios.
Es decir: para las cosas que desconocían,
Pero esos tiempos concluyen».
Y dijo Kung, «Sin templanza serás incapaz
            de pulsar ese instrumento,
O de componer la música apropiada para las Odas.
Los pétalos (párpados) del melocotonero
            flamean de oriente a ocaso,
Y yo he querido impedir su declive».


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